Poblenou
Poblenou, en el distrito de Sant Martí, es una caja de sorpresas. Caminando por sus calles asombra encontrarse aún con ejemplos de arquitectura industrial de gran interés como Can Felipa. El núcleo antiguo, la Rambla (que no tiene nada que envidiar a otros paseos por Barcelona), exhibe elegantes edificios y dispone de acogedoras terrazas donde sentarse y disfrutar de esta parte de la ciudad.
Hacia los años 40, el perfil de Poblenou estaba dibujado por fábricas de todo tipo y por las barracas del Somorrostro y Pequín. Era la evolución natural de un núcleo que había nacido en la zona de Taulat, la parte más cercana del distrito de Sant Martí. Se trataba de una zona de ciénagas, hecho que favoreció la aparición de las primeras fábricas de indianas y vapores textiles de finales del siglo XIX, el llamado Manchester catalán.
El retroceso de la actividad industrial en los 60 propició el cambio del barrio del Poblenou, que vio como una vez liberado el suelo, se convertía en una zona residencial y de mejor calidad de vida. Todo este proceso culminó en el año 92 con la evolución progresiva del perfil social, urbano y económico del barrio gracias al llamado plan 22@. Un proyecto que ha transformado Poblenou en la ciudad del conocimiento y donde los antiguos edificios fabriles acogen nuevas actividades económicas, estudios de diseño y residencias adaptadas a los nuevos tiempos.